sábado, 17 de septiembre de 2011

La modernidad no está el hombre si no fuera de si.

            Mallimaci plantea que en la modernidad no se dio un proceso secularizador como se suponía o se deseaba si no que al contrario esta modernidad crea distintas formas de llevar a cabo las religiones desde un cierto punto distinto al estatuido en las formas institucionales y que parte de las relaciones de base con lo sagrado.
            Ahora bien es muy sensato opinar eso pero pierde de vista algo y es a donde a punta el proceso secularizador de la modernidad. Porque como tal se plantea a si mismo como individual y superador del hombre; racional, secular, individual. Pero en la práctica se refleja institucional bajo rasgos de empresa weberiana donde la racionalidad individual y secular se encuentra no en los individuos si no en las empresas que llevan a cabo determinada actividad. Esto es así siempre y cuando (el sentido común puede reflejarlo) las fines o medios de estas empresa estén en términos (quizás entre otros) monetarios.
            Así el estado es racional, secular, individual. Una empresa, mas ligada al dinero, como puede ser cualquier empresa con fines lucrativos lleva estos valores al máximo actuando como verdadero sujeto racional. Sujeto sui generis distinto de los individuos que la componen que si, están motivados por circunstancias, condicionantes, sociales.

martes, 13 de septiembre de 2011

El problema siempre es lo simbolico

A veces dejo de comprender y siento la angustia oculta en la superficie de las cosas. Tomo, en este caso, comprender como una accion similar a la que provoca esa angustia pero que la niega. Tomo, en definitiva al comprender como una forma del lenguaje un vinculo entre un estado, un grupo y una otredad o, tal vez, un objeto.
La angustia seria entonces otro lazo vincular con esa cosa extraña que llenamos de lo que nosotros somos como todo aquello exterior, como todo lo que no es nosotros, pero que siempre nos devuelven algo que nos completa en algun modo.
Asi denominada esta angustia no es por la falta si no por el proceso violento de completarnos continuamente, de constituirnos lentamente en humanidad condensada, lenguaje puro.
Pero a diferencia de uno comprendiendo la angustia estrecha el lazo entre uno y lo otro ausentando al grupo que nos da el lenguaje para referirnos a ella. Y entonces, cual tierra sin su ozono, sentimos el dolor de nutrirnos, el dolor de ser.